Tendría que tratarse de una normal visita de control, la última antes del embarazo (semana 34 de gestación). Era una tarde normal y calurosa de medio-verano.
Cuando el ecógrafo tocara mi vientre, un mundo obscuro e inimaginable se abrió: los ventrículos cerebrales de nuestro hijo estaban totalmente dilatados por toda parte.
El pánico general tomó ventaja. El escenario que nos prospectaron era muy sencillo ante al aborto terapéutico en Grecia o en Francia o a la posibilidad de que tuviéramos a un hijo en estado vegetativo. Y no había mucho tiempo: había que tomar una decisión enseguida.
El día siguiente recogimos los pedazos de nuestras almas al buscar la fortaleza necesaria para elegir un camino diferente. Estábamos en búsqueda de algo a que agarrarnos: una ilusión, una esperanza.
Nos miramos en los ojos y dijimos: “¡No! ¡Queremos que este niño venga a la luz de toda manera! ¡Siempre queda/es nuestro hijo!” .
Buscamos incluso en Internet una posible solución. Es lo habitual en momentos trágicos como este.
Entonces, teníamos poca información científica. Y en el inmenso océano de Internet, nos apareció la página de EuBrain, una asociación no profit con el fin de difundir la cultura neurológica perinatal. Fueron ellos que, dentro pocos minutos, nos pusieron en contacto con el prof. Luca Ramenghi.
Después de hacer una breve consultación, el doc. Ramenghi nos invitó que fuéramos enseguida al Gaslini de Génova. Allí examinaría nuestro caso. Dentro de 48 horas, estábamos ya en el hospital pediátrico de la capital de Liguria.
La resonancia confirmó la primera ecografía de aquella tarde afosa de julio. Gabriele tuvo una hemorragia cerebral intraventricular que había dilatado los cuatros ventrículos. Por consiguiente, un hidrocéfalo y un infarto en la parte izquierda del parénquima habían surgido.
Justo el profesor Ramenghi nos dio la fortaleza para enfrentar todo lo que pasaba, junto con su amabilidad y su equipo. Había pocas certezas, de veras. Nadie podía saber cómo todo terminaría. Pero, lo importante era intentarlo y luchar.
Gabriele nació y el día siguiente, fue sometido a intervención quirúrgica. Durante aquel momento, le aplicaron una derivación interior ventrículo-peritoneal para que el licor acumulado difluyera.
Todo miedo, todas incógnitas y angustias se cancelaron, tan pronto como viéramos la cara de nuestro hijo.
Y adelante durante dos meses, día tras días, entre reanimación y terapia intensiva. Estábamos cada vez más convencidos de lo que estábamos haciendo.
Estábamos conscientes de que hubiera que enfrentar un momento tempestuoso. Y lo hicimos al vivirlo.
Desde entonces ha pasado exactamente un año. Gabriele o “Tito” (como lo llamó la enfermera Cristina, un ángel del reparto/departamento de Terapia intensiva) es un niño esplendido. Vivimos sin preocuparnos por su futuro. Vivimos felices porque él tiene un futuro: sabemos muy bien que es necesario vivir cada día, pero no nos importa.
Claro que enfrentamos problemáticas. En abril 2021, volvimos al Gaslini por una intervención de rectifica de la derivación. Pero no nos importa.
Hoy la vida de Gabriele es absolutamente normal. De hecho, siempre se mueve y sonríe a todos.
No dejaremos de agradecer al doc. Ramenghi y a su staff Tin del hospital Gaslini.
Durante este año, siempre hemos tenido la sensación de que nuestro hijo esté en buenas manos.
Gracias a ellos, Gabriele ha nacido dos veces. Dirigimos nuestra mente y nuestro corazón también y sobre todo a las familias que conocimos en este trocito de vida común. Aprendimos mucho de cada una. El dolor y el deseo de normalidad nos acercaron.
Con este cuento, no queremos alimentar falsas esperanzas. Simplemente, queremos presentar nuestro testimonio porque siempre crear en la vida, en la ciencia y en las personas. Además/Más alla de todo, son ellas que hacen la diferencia (ver). En aquellos días durísimos, leímos las historias de muchos pequeños héroes en la página Testimonios de EuBrain y llegamos a ser más fuertes que antes.
Soñábamos con donaros nuestra contribución. Y aquí estamos. Apoyar EuBrain es lo mínimo que se puede hacer.